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Comer y beber bien es algo que les encanta a los madrileños y a los que visitan la ciudad. Todos deberían pasarse por alguno de los mercados gastronómicos de Madrid. Es verdad que hay algunos que son uno poco snobs, pero hay otros que siguen manteniendo toda su esencia castiza. Y en todos
Uno de los pioneros, con más turistas por metro cuadrado y más productos gourmet de los mercados gastronómicos de Madrid. En este mercado ya no queda ninguno de los puestos que había antes. Eso sí, la calidad de su propuesta es indiscutible. Quizá no sea el sitio más idóneo para conocer la auténtica gastronomía madrileña, pero sus puestos son una gozada.
¿Mi puesto favorito? No es el más glamuroso ni el que tiene los productos más caros. Nada de ostras, ni caviar, ni jamón ibérico… Es el puesto de encurtidos, con multitud de combinaciones posibles, pero lo que más me gusta es la gilda. Aceituna, guindilla, anchoa… hay muchas combinaciones. Y sí, su nombre es en honor a Rita Hayworth.
Es un espacio creado desde cero, todo un edificio en la calle Fuencarral para tapear y salir de fiesta. No es mal plan para comer por la zona, sobre todo si no quieres perder un riñón. Además hay multitud de tipos de comida, con lo cual es prácticamente un street food market a cubierto.
Lo mejor de todo es que aparte de sus propuestas de comida, tamibén hay dos terrazas y una coctelería en su última planta. Con lo cual puedes desde comer hasta estar de fiesta hasta las tantas, y todo ello en el mismo espacio. Uno de los nuevos mercados gastronómicos de Madrid que ya es un clásico.
En pleno barrio de Chueca, su planteamiento es muy simple. Ser una de los espacios más cool (y sobre todo más grandes y diáfanos) del barrio. De entre todos los mercados gastronómicos de Madrid es uno de los que tiene más postureo. Pero es que razones no le faltan para ser muy top.
Hay puestos de comida para llevar y para comer allí mismo. Date un pequeño capricho, sube a la segunda planta y paladea un par de ostras frescas. O saborea un poco de su estupendo caviar. Sí, es un poco exclusivo, pero se montan unas fiestas épicas.
El nuevo mercado gourmet de Madrid es éste. Donde más puestos nuevos abre y con propuestas más novedosas, como el afterwork sin gluten. Cualquier esquina puede sorprender. ¿Ejemplos? La cocina picante de Kitchen 154, Washoku y su cocina japonesa sin complejos, la creatividad sin gluten de Kint, la fantasía de #cheeselovers de Rocklette…
Ha entrado en la ruta de mercados gastronómicos de Madrid por la puerta grande. Uno de los place to be de la gente joven del barrio para tomar el vermú. O comer. O salir de fiesta. Además hay un buen rollo estupendo entre todos los que están allí, y se contagia. Si no me crees, pásate un día y me cuentas. Sales de allí con una sonrisa.
Si lo que estás buscando es mezclarte con la juventud más alternativa de Madrid, y con sus abuelos de 80 años, vete aquí. Ha sido una de las mejores maneras de volver a poner en valor una zona degradada, y además con mucho estilo, convirtiéndose es uno de los mercados gastronómicos de Madrid por autonomasia.
El primer Buns & Bones abrió aquí. Yokaloka empezó aquí con su pequeño puesto. Botanique renueva los conceptos de la cocina vegana con cada nueva temporada. ¿Sigo? Mi última recomendación: Cutzamala, el mexicano de los mexicanos.
A punto de cerrar varias veces. Con el agua al cuello por la presión de los grupos inmobiliarios. Pero ahí sigue. Un enorme espacio con un montón de espacios de pequeños comerciantes que poco a poco está implementando nuevos negocios como relojerías o tiendas de moda vintage.
Abierto desde 1875, con su reciente y muy colorida remodelación, le queda todavía mucha historia. Es cuestión de tiempo que toda la vidilla que hay en La Latina también cruce sus puertas. Una expresión del poder vecinal, junto con la colindante Plaza de la Cebada, que ha revolucionado el barrio.
Uno de los que pasaban más desapercibidos hasta hace bien poco. Su proximidad a la zona de Ponzano hace que cada vez más gente prefiera comer sentado. Mucho menos jaleo y propuestas gastronómicas más elaboradas y variadas. Esto incluye ceviches, baos, boles de poké…
Este antiguo mercado de abastos se ha sabido reinventar, manteniendo la zona de puestos como carnicerías o fruterías y otra zona de puestos de comida. Mis favoritos son Lambuzo y El Loco Antonelli, que son su cocina de puerto maravilla a propios y extraños. Y encima de vez en cuando montan unos fiestones de aúpa, como la de la foto.
Posiblemente el más destartalado y el que más mezcla cultural tiene de todo Madrid. A las espaldas de la Gran Vïa, es uno de los mercados favoritos de todos los latinoamericanos o asiáticos para encontrar productos de sus lugares de origen. Lo que provoca que para los que somos españoles sea todo un descubrimiento gastronómico.
Ni gourmet, ni cuqui, ni pijo. Vale la pena ir cuando buscas ingredientes rarunos de tus libros de recetas. Eso sí, probablemente no conozcas ni la mitad de las especie de animales que venden en sus pescaderías. De entre los mercados gastronómicos de Madrid, el más exótico con sus casi 90 puestos.
Visitar mercados gastronómicos en Madrid no es algo para turistas. De hecho, alguno de los sitios más auténticos frecuentados por los bon vivant castizos están en los mercados. Locales sin postureo, con buen rollo y con un montón de opciones dentro de cada mercado. Algunas de las propuestas más rompedoras empiezan en un pequeño puesto, con la ilusión de que cuaje la idea. Y hay muchas que dentro de poco van a dar que hablar un montón.
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Genial selección! Me gustaría comentar que el Mercado de San Fernando, en Lavapiés, merece una visita, aunque solo sea por su tienda de libros al peso. Hay bares y tiendas, sin pretensiones, con buenos productos y ambiente de barrio.