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Algunos son muy difíciles de encontrar, otros se ocultan a la vista de todos. Pero de lo que no cabe duda es que los bares clandestinos de Madrid son otro “rollo”. Desde discotecas ocultas a bares para comer espaguettis a las 6 de la mañana, desde timbas de póker a los mejores barman de la ciudad. ¡Pasen y lean!
Terraza privada de Cuks en Ponzano
Los chicos de Cuks empezaron con la idea de organizar cenas clandestinas en Nueva York. Los sitios elegidos eran parques, playas, azoteas, calles poco transitadas convirtiéndose en todo un éxito. Después de aprovechar su estancia para formarse en el International Culinary Center en cocina asiática, han vuelto a España para desarrollar su gran idea. Y su terraza privada está en Ponzano, ¿verdad que no lo sabías? También hacen cenas temáticas como las del Cluedo y cada vez hacen más caterings. Una nueva manera de “ponzanear” con estilo.
Los “espaguetis” de madrugada de Laidy Pepa
Si llamas a su puerta y dices “he venido a comer”, se abrirán sus puertas y podrás disfrutar de unos buenos “espaguetis” a las 6 de la mañana. Perfecto para aquellos a los que le entra el hambre cuando falta poco para que salga el sol. También hay lentejas, callos y fabes con almejas, aunque estos platos ya me parecen un poco «heavies» para esas horas de la madrugada. Pero no estarás solo. Probablemente haya alguien tocando en su piano alguna canción de los “Beatles” mientras los clientes le hacen los coros. Uno de los bares clandestinos de Madrid más mítico.
El Club Privado para socios de Yugo The Bunker
Arriba, una izakaya en la Ronda de San Blas. Es el lugar donde probar su menú degustación hecho con materias primas excepcionales y difíciles de encontrar en España. Pero es en su Club Privado, donde solo acceden los socios, donde el concepto “alta gastronomía japonesa” alcanza su máxima expresión. No he podido ir nunca (estoy a disposición de cualquier socio que me invite), pero se oyen maravillas. Salmón de Alaska, Buey de Wagyu (el de verdad), catas exclusivas… No es para todos los bolsillos, pero la calidad es indiscutible.
Uno de los primeros en albergar sorpresas tras la puerta de atrás de la tienda. Aunque decir que Kikekeller es una tienda se queda bastante corto, más bien es un espacio para el arte. Piezas metálicas de decoración hechas por ellos se exponen a pocos metros del taller donde se crean. Y siempre hay exposiciones interesantes de artistas del barrio. Por si fuera poco, al fondo hay un pequeño espacio para tomar copas premium. Puro Triball en uno de los bares clandestinos de Madrid.
Hemingway en NH Collection Casa Suecia
Cumple con la máxima de un bar clandestino de la Ley Seca norteamericana: entrar a través de una puerta secreta de otro local. En este caso una sosa puerta de los aseos del restaurante Casa Suecia da acceso al paraíso de los amantes de los cócteles, uno de los nuevos bares clandestinos de Madrid más cool. Pero es que también su ambientación, con sus sofás rojos y un ambiente clandestino es muy top para tomar un combinado en la Gran Vía con mucho estilo.
En esta tienda del barrio de las Salesas puedes encontrar la mejor cosmética natural traída directamente de Verona por su dueño Piero. También decoración de estilo boho y tropical, bisutería y complementos de mujer. Pero te voy a contar un secreto: a partir de las 6 de la tarde se convierte en el mejor lugar para disfrutar del aperitivo italiano. Hasta la medianoche podrás disfrutar de cócteles en una de sus 6 mesas rodeado de palmeras. El único de los bares clandestinos de Madrid que aparece y desaparece cada día.
Club Clandestino de Cannibal Raw
Te he hablado en otras ocasiones de Cannibal Raw y de su estupenda carta crudívora. Lo que no te había dicho es que en su sótano está Club Clandestino. Este espacio abovedado está abierto hasta las 6 de la mañana con cócteles, DJ’s y conciertos. Además también se puede reservar para celebrar eventos y cumpleaños de los que hacen historia, pero de los que nadie se tiene por qué enterar. Eso sí, solo entran los que sepan la contraseña que se cambia periódicamente todos los meses.
El Escondido en La Contraseña
La Contraseña se ha convertido en uno de los pilares de la zona de copas de Ponzano, al que ir de punta en blanco para codearse con la crème de la crème. En la parte posterior hay un pequeño patio con mesas, pero en el sótano está uno de los bares clandestinos de Madrid más chulos: El Escondido. Está disponible para grupos a partir de 8 personas con menús al gusto del cliente, y los camareros solo entran cuando se les llama. Recomendado para una buena reunión en torno a la comida rematada con una tarde de copas y póker.
En el sótano de lo que antes era Random y ahora es Fellina se encuentra Anónimo Club. Un lugar con un aire a coctelería clandestina y secreta donde se entra con contraseña. Cómodos sofás y buena música en pleno Almagro donde está cuidado hasta el mínimo detalle. Y si no me crees, busca sus aseos y me darás la razón. Quienes piensan que en Almagro todo son sitios masificados y sin estilo obviamente no conocer este club, uno de los bares clandestinos de Madid. Ahora tú sí, pero ya sabes: “lo que pasa en Anónimo, se queda en Anónimo” 😉
El restaurante parisino de Cristina Oria
Desde fuera parece que es una tienda gourmet donde comprar los productos de sus famosísimos caterings, donde el foie casero es el protagonista. Por si eso fuera poco, en la planta de arriba Cristina ha creado un pequeño trocito de París donde pone en práctica todo lo que aprendió en Le Cordon Bleu parisino. La cocina está abierta durante todo el día para poder probar las cinco versiones de su foie: al ajo negro, con confitura de higos, al té ahumado, con pimienta de Sichuan o “los tres vinos”. Y no me puedo olvidar de comentarte sus afterworks con Martin Miller’s, ¡son imperdibles!
Medias Puri
Se define como clandestine show club, o lo que es lo mismo, una discoteca donde tienen lugar espectáculos clandestinos. La fachada de Medias Puri es una mera tapadera, ya que hay pocas mercerías que abran a medianoche y cierren a las 5 de la mañana. De los creadores del espectáculo «The Hole», en este local de Tirso de Molina hay performances cada 15 minutos. Entrar no es gratis, pero puedes comer un “lobster roll” mientras escuchas funk y ves un número de acrobacias circenses.
Como ves, no son muchos los bares clandestinos de Madrid. Ni falta que hace. Solo los que les conocen saben cómo se llega a su puerta y cuál es la contraseña para entrar. Una cosa es cierta, a ciertas horas de la madrugada, saber dónde se esconden es vital para que la fiesta no pare. ¡A divertirse!
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En Madrid lo bueno es que te puedes encontrar de todo y todos los gustos.
Que bueno, yo pensaba que estas cosas no existían en Madrid, el que más gracia me ha hecho es Coctelería Hemingway con la entrada por la puerta de un baño 😄
He salido más noches que el camión de la basura, y la verdad que desconocía estos lugares, están chulisimos,… Pero yo buscaba algún club, clandestino pero que estuviera enfocado más la música electrónica, en un ambiente de buena gente, sin malos rollos, con el volumen justo, y música tipo ibicenca, si alguien sube de alguno parecido le agradecería dejara dicho por aquí
Muchas gracias