A lo mejor no me creéis, pero son tantos los sitios que ya hemos visitado que hasta nosotros mismos tenemos que echar mano del blog de vez en cuando para preparar un día especial o una escapada. Ahora que algunos deseamos huir de la ciudad, pero (quién sabe si por suerte o por desgracia) no podemos, el blog es una herramienta genial para preparar planes urbanitas de esos que saben a campo y a chapuzón playero. Ahí va una selección de cosas fresquitas que podéis para huir del bochorno y la rutina de la ciudad.
Para empezar. Parques.
Nada como una tarde a la sombra en contacto con la naturaleza. Hace tiempo os hicimos una selección de nuestros parques favoritos. Para esta ocasión os proponemos aprovechar la calma chicha de agosto y acercaros al Retiro. Estará tranquilo y su proximidad al centro hace que sea muy fácil compaginarlo con otras actividades sin preocuparnos demasiado por el transporte. Recomendable un paseíto en barca y aprovechar para salpicarse «sin querer» con vuestro acompañante.
Un tentempié. Helados.
En el blog tenemos varias entradas con los productos estrella del verano. Y es que ¡nos requetechiflan! Artesanos, de yogur, con topping, sin topping, sabores extraños, el clásico infalible de chocolate… los helados nos vuelven locos y en verano nos refrescan la tarde. Si nos habéis hecho caso y os habéis acercado al Retiro, muy cerquita tenéis YOY, con helados de yogur artesanos, ecológicos y sobre todo ¡ligeros! Puedes darte el gustazo sin miedo a la operación biquini. Riquísimos.
Para rematar bien el día. Terraceo.
Después de la calma chicha del Retiro y de haber recuperado fuerzas con un helado, nada como una buena sesión de terraceo para disfrutar del atardecer. Sin salir de la zona, podéis acercaros a la terraza del CBA, una de nuestras favoritas. Magníficas vistas y un chill out en el que disfrutar con calma de la puesta de sol. Aunque en agosto todo está más tranquilo, conviene reservar.
¡No me digáis que no os lo ponemos fressssco!
Son unas sugerencias geniales! Yo el otro día estuve refugiada del calor en un restaurante de la calle Velázquez que se llama Rugantino. No es una terraza, que en Madrid hay muchas, sino una cueva, y nos pareció super original. Es un italiano con muy buen ambiente y una comida deliciosa. Nosotros tomamos pasta fresca casera, pero si vais a lo refrescante dicen que tienen la mejor burrata de Madrid. Para añadirlo a la ruta!
En breve podré visitar las calles de Madrid. Genial por las recomendaciones, me van a venir estupendas. Gracias =)