Si crees que no hay ningún restaurante sin estrella Michelin que te pueda sorprender en Madrid estás muy equivocado. Raro Rare se podría englobar dentro de los restaurantes raw, con propuestas crudas y semicrudas. Por si no fuera una propuesta suficientemente novedosa, se han inventado todos los platos de la carta. Así que si quieres que te sorprendan, Raro Rare es tu restaurante.
Ubicado en la calle Barceló, está justo enfrente de la pequeña plaza donde todos hemos quedado alguna vez a la salida del metro de Tribunal. Tiene todo lo que me gusta de un restaurante en interiorismo. Su deco respira un carácter muy definido, siguiendo la estela de sus hermanos El Perro y la Galleta y el Bar Galleta: madera por doquier, luz a raudales y un ambiente relajado.
Tiene un montón de detalles a medio camino entre lo boho y lo rústico, con toques de elementos metálicos todo ello bañado por una iluminación natural fantástica. Además hay un tema muy importante: hay espacio entre las mesas y no tienes que estar apretujado. En definitiva, todo muy hygge.
Es uno de los locales más chic de Tribunal, y no lo digo solo por lo cuqui que es todo. Si te sientas en una de sus mesas y te pones a pensar en las profesiones de los comensales, es probable que te pase lo que me pasó a mí. Publicistas, “marketeros”, modelos, emprendedores y gente guapa de la zona. Y todos con pinta de saber los sitios más cool de Madrid.
Ahora que ya te he puesto en situación, podemos empezar a hablar de la comida. Todo lo que tienen en carta te resultará familiar: “ensaladilla”, “tataki”, “rolls”, “gyozas” o “hamburguesas”. Pero en ningún sitio habrás comido estos platos con el toque de Raro Rare.
Empecé con lo más convencional de la carta, un poquito de “ensalada wakame”, sana y fresquita, junto con el primero de los platos: “tunakuri”. La carta dice que es usuzukuri de atún Balfego con tartar de tomate y galleta de arroz. Yo te digo que está delicado y delicioso. Aquí fue el primer momento donde me di cuenta que el tema de la buena materia prima se lo toman muy en serio.
Justo después llegó el plato del que más me acuerdo, probablemente porque los “rollitos de anguila con queso y bacalao” fue lo que más rompió con mis esquemas preestablecidos. Podría vivir solo comiendo esta reinterpretación de los manidos “rollitos de primavera” chinos. Para comer a dos carrillos.
El otro gran platazo fue el “tatamignon”, la idea que tienen en Raro Rare de lo que es un “tataki de solomillo”. Sé que estás pensando: “ufff, otro tataki más”… Pero habrás probado pocos sobre puré de boniato trufado y chimichurri. Salado, dulce y picante en el mismo bocado. Te lo he dicho, platos “raro rares”.
Cerrando la comida, la “tarta de queso” con galleta, culís de mango y lo que parece bacon y que no es sino chocolate crujiente. Es un plato menos sorpresivo que los anteriores, pero remata bien el conjunto siendo un postre más que correcto, sobre todo si eres un #cheeselover.
Si a todo esto le sumamos que el personal está siempre pendiente de que pases una buena comida, el combo es perfecto. Después, a darlo todo por Chueca o Malasaña. ¿Quieres más sitios para que te sorprendan con la comida? ¡No hay problema! Devora mis restaurantes de cocina fusión en Madrid y déjate llevar.
Raro Rare
Teléfono: +34 682.05.03.04
Horario: domingo a jueves de 13:00 a 1:00 h . viernes y sábado de 13:00 a 2:00 h.
Dirección: Barceló, 5, Madrid.
Raro Rare en nuestro mapa
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