Una fiesta en un palacio del s. XIX siempre pinta bien, ¿no? Y en pleno Alonso Martínez, mejor. Esta era la ubicación elegida por Santa Teresa para abrir su hacienda y dar a conocer a los españoles su ron venezolano. Y allí que fui a probarle y a conocer un poco más de su historia: condes y pandilleros, guerras e incendios… una historia muy movida que aprendí de primera mano.
Todo empezó hace más de 200 años, concretamente en 1796. Desde entonces la Hacienda de Santa Teresa ha pasado por muchas vicisitudes: guerras, expropiaciones, asaltos… Todo ello forma parte de su carácter. Lo mismo pasa con la gente que ha participado en su historia, desde el Conde Tovar que empezó con las plantaciones a “El Gordo”, líder de la banda La Placita y de las más peligrosas de Aragua, donde está la plantación de azúcar.
Sí, la verdad es que la historia de la Hacienda Santa Teresa ha sido bastante convulsa. Pero ahí siguen al pie del cañón, y haciendo un ron estupendo. Y te lo digo por experiencia propia, porque hace unos días tuve la oportunidad de que me explicaran la historia de su fundador y por todo lo que han pasado desde entonces. Y por supuesto me bebí unos cócteles para comprobar lo bueno que está su ron 🙂
Yo conocía al Ron Santa Teresa porque hace algo más de 10 años supieron darle la vuelta a una situación complicada. Se produjo un ataque a la hacienda por parte de la banda La Placita, y en vez de denunciarles (lo que les podría acarrear la muerte a manos de la policía), les ofreció trabajo en las plantaciones de caña de azúcar. Pero no se quedó solo ahí.
Al poco tiempo el patrón de la Hacienda de Santa Teresa invita a trabajar a la banda rival, la banda del Cementerio. Intentan mejorar la convivencia de ambas facciones, y se les ocurre una idea: jugar un partido de rugby con equipos formados por integrantes de ambas bandas. Evidentemente al principio fue un desastre, pero poco a poco fueron confiando los unos en los otros. Todo esto cristalizó en el Proyecto Alcatraz para reinsertar a jóvenes conflictivos en la sociedad. Y no es mero marketing: el Alcatraz Rugby Club acaba de ganar por tercera vez consecutiva la liga.
Todo esto me lo explicaron en el Palacio de Santa Bárbara y en su recién estrenada Hacienda de Santa Teresa en Madrid. Pero claro, no solo fui a conocer su trayectoria, también a probar su ron. Y todo gracias a una cata en la que me explicaron los distintos procesos, destilaciones, tipos de barricas y un largo etcétera. De hecho, he descubierto que el ron marida estupendamente con chocolate y cuando tenga la oportunidad, pienso repetir la combinación.
¡Y después a participar de la fiesta! Todo el jardín del palacio de Santa Bárbara se ha convertido en un claro de la selva venezolana. Una fantástica terraza privada donde beber ron del bueno. De hecho, a mí no me gustaba el ron. Pero eso era antes 😉
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