Dos de las personas artífices de Sudestada y de Chifa son las que están detrás de este nuevo proyecto culinario en la parte alta del barrio de Chamberí. Atrae tanto a amantes de la pizza en busca de novedades como a vecinos de la zona movidos por la curiosidad; en cualquier caso, seguro que todos repetirán, dada la calidad de su propuesta.
Picsa debe su nombre a que así es como se pronuncia en estilo “porteño” el plato más universal de la cocina italiana. Pero no sólo se diferencia de la pizza en el nombre, también en la elaboración. Esa es otra de las cosas que nos encanta: ver cómo se hace lo que te vas a comer. En Picsa verás todos y absolutamente todos los pasos; desde que preparan la base hasta que van saliendo las diferentes pizzas del horno de leña de encina. Nosotros no perdimos la oportunidad de fisgar y podemos deciros que se curran mucho la elaboración. El queso por ejemplo es fundamental y reemplazan la mozzarella por una mezcla secreta de tres quesos diferentes.
Nosotros no éramos precisamente seguidores acérrimos de las pizzas de masa gruesa, pero en el mundo de la gastronomía siempre hay que estar abierto a nuevos sabores y experiencias, así que para allá fuimos. En el marco de un local sencillo y amplio, donde predomina el blanco y el azul, nos dispusimos a entrar en faena. Pero ojo, no reservan y se pone de bote en bote los fines de semana, asique mejor vete con tiempo.
Nos sentamos en una de las mesitas para dos que están al lado de la ventana, muy cerquita del horno, y como llegamos pronto, vimos todo el proceso de preparación de las pizzas. Las elaboran en dos fases; primero preparan la base con el queso y el tomate, y luego añaden el resto de los ingredientes. Para ir abriendo boca, pedimos un escabeche de berenjenas (5€) con un sabor suave y rico. Un magnífico entrante antes de probar la picsa, que era a lo que íbamos. Se puede pedir la mitad de una variedad y la mitad de otra. Así que con la buena pinta que tenía lo que iba saliendo del horno, no nos pudimos resistir. Nos decantamos por pedir media Calabresa (tomate, queso Picsa, chorizo picante, provolone, piparras en vinagre, perejil y aceituna negra) y media de queso azul y setas (tomate, queso Picsa, gorgonzola y trompetas de la muerte). Aviso, las piparras en vinagre pican; si no te va mucho el picante, adviérteselo primero. La pizza está sobre los 26€ y una persona puede comer perfectamente con una mitad, luego ya entra en juego el factor gula, claro…
Buenas materias primas y buen saber hacer, con la vuelta de tuerca de los chicos de Sudestada y Chifa, hacen que se salga contento y sin un ápice de hambre. Los ingredientes saben a lo que tienen que saber. No son precisamente baratas pero vale la pena por probar pizzas de calidad. Unido a unos buenos entrantes con un toque diferente, una comida estupenda.
Picsa
Horario: de martes a sábado de 12:00 a 16:00 y de 20:30 a 0:00 hrs.
Teléfono: +34 915.34.10.09
Dirección: Ponzano, 76, Madrid
Precio medio: 15-20€
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