*ACTUALIZACIÓN*: ahora es un restaurante italiano que se llama Fellina.
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Random es un restaurante de Chamberí que tiene como concepto una visión de la vida no convencional, donde el azar y la casualidad juegan un papel muy importante. Huir de lo repetitivo y sumergirse en lo aleatorio es su manera de investigar nuevos platos. Esta filosofía se nota en su carta, con platos que se salen de las propuestas habituales, y reinterpretaciones o nuevas formas de emplatar recetas más convencionales. Habíamos oído de varias fuentes que era uno de los sitios que van a estar en el top madrileño en este arranque de 2016. Así que allá que fuimos, a comer un viernes 3 personas para probarlo.
El interiorismo del local está pensado por uno de los equipos más solicitados de la capital, Madrid in Love; seguro que ya los conoces. Esta vez han ideado un ambiente más masculino y algo más oscuro, adecuándose a la clientela de la zona. Nada más entrar ya nos dimos cuenta de que era una apuesta fuerte, con 3 zonas distintas. Al cruzar el umbral te recibe la terraza cubierta y dos escaleras, una que sube a la zona de restaurante propiamente dicha y otras que bajan a Anómimo Club, del que te hablaré más adelante.
Nos decidimos por 3 entrantes y 2 principales porque nos parecieron más interesantes; todo para compartir. No debe ser lo habitual, porque aunque dijimos que todos probaríamos todo, trajeron los 3 entrantes a la vez, y después los 2 principales, también juntos y la comida se nos quedaba fría en el plato esperando. Supongo que será porque todavía están en rodaje, porque el restaurante no estaba lleno. Pedimos Tartar de pez mantequilla con aliño de mostaza (11,5€), Terrina de verduras asadas con vinagreta de polen (10€) y Arroz socarrat (12€). Lo que más gustó fue el arroz. Quizá porque el concepto de la terrina se nos escapaba y porque para disfrutar del tartar hay que ser muy fan de las salsas.
Acto seguido, llegaron los segundos, Hamburguesa de carrillera ibérica (14€) y Secreto ibérico con gratín (15€). La carrillera viene troceada y guisada entre pan de hamburguesa, acompañada de batata frita. El secreto lo presentan en tiras sobre el gratín, el plato más bonito y el más rico. Por no irnos sin probar los postres, pedimos la Mousse de chocolate con praliné (6€), aunque nos quedamos con ganas de probar el Tartufo negro o el Marshmallow. Vimos pasar otros platos que tenían mejor pinta que los nuestros, así que probablemente no elegimos lo más popular de la carta. De todas formas a Random se viene principalmente a disfrutar del ambiente. Eso sí, el servicio es impecable, atentos en todo momento y muy discretos.
En el sótano está lo que se va a convertir en la verdadera razón del peregrinaje a la calle Caracas: Anónimo Club. No nos tomamos un copazo porque teníamos que trabajar por la tarde y no era plan, pero tienen todo el rollo de un club clandestino. Hay que entrar con contraseña, no te digo más. Buena música, muy buena decoración (esos sofás que tanto me gustan para tomar el combinado a gusto) y con una gran barra para charlar. Y ojo al aseo. Todas y cada una de las zonas están cuidadosamente pensadas para conseguir una sensación de secretismo y exclusividad que hará que se convierta en el destino favorito de muchos para tomar algo a la salida del trabajo o los fines de semana.
Random
Teléfono: +34 914.10.92.50
Horario: domingo a miércoles de 13:00 a 0:00 hrs. y de jueves a sábado de 13:30 a 0:20 hrs.
Precio medio: 25-30€.
Dirección: Carcas, 21, Madrid.
Random y Anónimo Club en nuestro mapa
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