En su Facebook se definen como «healthy food and cocktails». Era mediodía y currábamos por la tarde, así que no podemos comentar nada de sus bebidas espirituosas. La comida, no sabemos si era saludable (tenía toda la pinta y nos sentó de miedo), pero de lo que estamos seguros es de que salimos de allí más que satisfechos. Por la calidad, por la cantidad, por el precio y por el servicio, atento, pero sobre todo, rápido.
Nada más sentarnos nos pusieron una jarrita de agua del grifo con hielos. Oiga, así, sí; que el agua de Madrid está muy buena y nosotros llegábamos de caminar un ratito por Cuzco a pleno sol de mediodía. Un detalle que no cuesta nada y deja a los comensales contentos, fresquitos y bien predispuestos. Francamente, no sabemos por qué no lo hace todo el mundo.
Una vez acomodados y bien hidratados, echamos un vistazo a la carta. No es excesivamente extensa pero sí variada. Nos decidimos por un par de platos para compartir y un principal para cada uno. Los primeros en llegar fueron las verduras salteadas con polenta y la pizza de tomates secos, rúcula y queso de cabra. Las verduras correctas, aunque sin estridencias; la pizza deliciosa. Crujiente, fina y con un toque de «no sé que» que la hacía adictiva. Como principales pedimos pasta fresca con ragout; envoltini de pollo con queso, espinacas, bacon y parmentier de patata; y ¡viva Mexico!, a saber, tacos de solomillo al chipotle salteado con champiñones y guacamole (pica un poquito). La pasta rica y abundante, los envoltini jugosísimos, el parmentier delicioso y los tacos y el guacamole estupendos. Para rematar, pedimos una tarta de queso para compartir. Aunque no supera a nuestra favorita, estaba bastante buena, igual que el café.
Decorativamente hablando, el local está en la línea de «lo que se lleva ahora»: barra de hormigón, instalaciones vistas, mezcla de sillas retro con algún clásico (había un par de sillones de los 60 preciosos), mesas de madera… Sólo le faltan las flores frescas (las plantas, al menos las que vimos de cerca, son artificiales), pero en general el sitio es muy agradable. Se puede comer en una terrazacita que hay fuera (esta sí, con plantas de verdad) y al salir vimos que ofrecían brunch los fines de semana.
Si trabajas en Cuzco, o vas a salir de discotequeo por el paseo de la Habana, olvídate de tener que ir al centro para comer bien en un sitio agradable. Merece la pena probarlo (y repetir).
Pipa & Co.
Horario: de martes a domingo de 10:00 a 14:30 hrs.
Teléfono: +34 911.43.98.49
Dirección: Paseo de la Habana, 105, Madrid.
Precio medio: almuerzo a la carta 25€.
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Hola! podrías incluir a Casa Mingo, tienen las mejores sidras y pollos asados de Madrid. A mi me gusta sobre todo porque no es nada caro y está rodeado de un entorno privilegiado. http://www.casamingo.es/
Me gusta mucho el estilo del restaurante, parece un buen lugar para tomar una cena tranquila. Enhorabuena por las fotos, siempre os quedan genial 🙂