Hay restaurantes que aparecen publicados en todas las revistas de tendencias. Vamos, que parece que todos se han puesto de acuerdo para hablar del mismo sitio. Y otros son como Shalakabula, que poco a poco se ha hecho con un hueco en el corazón de los foodies del barrio Salamanca.
Su savor affair se va extendiendo boca-oreja. Y no lo consiguen por arte de magia. Es gracias a una cocina tradicional con preparaciones modernas en un ambiente relajado y familiar. Que en Shalakabula conozcan a muchos de sus clientes por su nombre de pila es buena señal.
Shalakabula es fruto del esfuerzo de 3 amigos que unieron sus fuerzas para levantar un proyecto con mucha ilusión. Un experto en márquetin, un cocinero y una maître; Sergio, Juan y Natalia. Fogueados trabajando por cuenta ajena en diversos restaurantes, se lanzaron a desarrollar su propia idea.
Los platos que piensa Juan son tradicionales porque recoge las recetas tradicionales, pero les da una vuelta de rosca que sorprende a casi todos. Es ese restaurante de cocina creativa donde tus padres saldrán encantados.
Fui a cenar y fue un error, ya que solo probé dos platos. Pero pienso repetir a la hora de la comida y llegar con mucho hambre. Su cocina de autor va mucho más allá de elaboraciones efectistas.
El local es pequeño, así que después de hacer unas pocas fotos del espacio, me dispuse a probar sus platos. Toda su carta recuerda a platos que ya has comido, pero una vez que llegan a la mesa te das cuenta de que no. No has probado nunca esta receta en ningún otro sitio.
Su “ensaladilla rusa templada verde” no engaña. Es una ensaladilla rusa de las de toda la vida, deliciosa. Pero el juego de texturas que tiene es muy divertido, porque sabe a ensaladilla rusa pero…
Las “albóndigas de venado” se deshacen en la boca. La carne se cocina durante varias horas y aquí no hay ni trampa ni cartón. Están deliciosas y tienen un toque de huilacoche que le da un sabor muy característico.
Me quedé con un montón de ganas de probar dos platos: el “chilli crab” y su “bocado de manitas de cerdo”. Me dijeron que eran sus otros platos top de la carta, y por lo que he podido ver en Internet, hay gente que repite sólo por volverles a comer. Con eso te lo digo todo.
El trato mola mucho, porque han recuperado algo que me encanta: el chef pasa mesa por mesa preguntando qué tal estaba la comida. Y créeme, la gente (yo también) aprecia bastante el gesto y es bastante honesta con sus críticas. De hecho, más de un foodie con solera del barrio de Salamanca repite de vez en cuando para ver la evolución de la cocina de Juan. No te digo más.
Es uno de los pocos restaurantes que conozco en Madrid que ofrece un menú para grupos con nivelazo gastronómico y que no se les vá de las manos. La próxima vez que alguien te pregunte por un sitio que se coma bien por la zona, ya sabes qué contestar. La oferta gastronómica del barrio Salamanca se está renovando, e investigaré para contarte todas las novedades.
Shalakabula
Teléfono: +34 918.28.00.43
Horario: martes sábado de 12:00 a 0:00 h.
Dirección: Don Ramón de la Cruz, 72, Madrid.
Shalakabula en nuestro mapa
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