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Más allá de la operación bikini y de querer cuidar un poquito más lo que comemos por lo de conservar la línea (curva en mi caso ;-( ), el verano es tiempo de comer cosas más fresquitas y naturales. Mi abuela comía cocido lloviera o hiciera un sol de justicia, pero yo prefiero algo más ligero y para eso hay muchas opciones y, sobre todo, vida más allá de las ensaladas. Hoy comparto contigo mi lista de imprescindibles para comer en Madrid sano y fresquito. Eso sí, una dieta ligera te deja sin excusas para echarte una siesta de dos horas; avisado quedas.
Bio in the Bowl
Las noches de Madrid son para disfrutarlas en las terrazas, no para estar haciendo la comida del día siguiente. Todas las chicas que trabajan en Almagro lo saben y a mediodía peregrinan a este pequeño local de fast good a por su ración diaria de comida sana. Ensaladas de quinoa, cremas frías, zumos prensados en frío y postres como el Pudding de chía con cacao puro son la garantía de una comida sana y completa. Todo lo sirven en tarros de vidrio para que no pierda sus propiedades, y cada diez frascos que devuelvas, te regalan una bolsita de chocolate ecológico.
Cleas
Confieso que tengo la calle Fernando VI muy trabajada, pero es que es una zona que me encanta. Si voy con prisas (como casi siempre) y estoy por la zona, siempre pillo la comida en Cleas. El local es estrecho y alargado, justo para pedir tu comanda y seguir tu camino. La oferta es amplia y las recetas muy sabrosas: sándwiches, ensaladas y woks que ahora también se pueden disfrutar de noche; que ya sé que quedas a tomar una caña a la salida del curro y te lías…
Vegaviana
Hace tiempo ya que conozco este restaurante de Chueca en el que se pueden comer platos vegetarianos con buena materia prima. El local es tradicional y sin grandes lujos, pero la comida es casera y se come muy bien, hayas dejado de comer carne o no. Su comida es sencilla y sabrosa y su menú del día te reconciliará con las verduras si eres de los que le cuesta hacerse con ellas: buena RCP, pizza o canelones la mayoría de días y una tarta de queso es-tu-pen-da.
El Huerto de Lucas
Muy cerquita de Vegaviana puedes localizar este otro espacio, por llamarlo de algún modo. Está en un patio interior cubierto, con mesas en el centro y diferentes puestos en el perímetro donde puedes comprar la comida que más te guste, ecológica y sin gluten. También hay un mercado de productos naturales para te los lleves y hagas tus propias recetas. Ojito a su brunch que he visto fotos con una pintaza increíble…
Bicocina Organic
Uno de mis últimos descubrimientos en el entorno de la plaza de Olavide es Biococina Organic. Es de los pocos restaurantes macrobióticos de Madrid con profesionales al frente. Las dueñas son terapeutas especializadas y además diseñan menús con todos los nutrientes necesarios, correctamente equilibrados y sin gluten. También les puedes preguntar cualquier duda o malestar que tengas; seguro que te pueden dar algún consejo útil.
Magasand
En el barrio Salamanca también puedes encontrar Fast Good si sabes buscar. Para que no pases calor pateando la calle, ya te doy yo el #chivatazoMCB: sándwiches y bagels rellenos con los ingredientes que tú quieras. Si comes solo, además de chequear las redes sociales o los correos del jefe, también puedes hacer un pequeño break mental leyendo sus revistas con las tendencias más rabiosas de arquitectura, moda, diseño…
Lolo Polos
Si hablamos de estar fresquitos, nada como un buen polo. Los de Lolo están hechos con mucha fruta, sin conservantes ni colorantes y con el agua justa para que se congele la mezcla. A mí me gustan porque son muy cremosos y no se deshielan rápido. Mi súper favorito es el de Chocolate y plátano. Todos son gluten free y casi todos sin lactosa.
Como ves, hay muchas opciones ligeras, sabrosas y nutritivas para comer en verano. Si te apetece comerte una zapatilla del Melo’s o un picho de tortilla del Sylkar adelante, seguro que te sienta de lujo. Pero si ese día no entra en tus planes comer muy contundente o simplemente optas por algo más fresquito, ¡aquí tienes mis 7 favoritos!