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Sorprender en el mundo gastro de Madrid es complicado, pero La Porcinería lo ha conseguido. ¿Cómo? Recuperando un sinfín de partes del cerdo haciendo un restaurante monoproducto con propuestas muy originales y muy poca grasa. Y encima en uno de los vencindarios foodies más exigentes: el barrio de Salamanca.
Con el último proyecto de branding de Susana y Fabio, los chicos de eat&love studio y también de la fantástica web eat&love, ha dado en el clavo. No lo digo porque sean buenos amigos míos, es que la tarea no era sencilla. Crear un concepto joven y fresco, para todos los públicos, en el señorial barrio de Salamanca. Porque el cerdo es una materia prima con (casi) infinitas posibilidades, muchas más que el típico “cochinillo asado” de los asadores tradicionales.
Uno de los grandes aciertos de La Porcinería ha sido sacar el máximo provecho al pequeño local disponible. Tanto es así, que en la planta de arriba las mesas altas se mezclan con la zona de trabajo del restaurante. Así crean un ambiente distendido para tomar cañas, raciones y comidas rápidas. Las mesas bajas se relegan a la planta baja en un ambiente más reservado e íntimo. Y para cuando lleguen los momentos de ocio, copazo.
El interiorismo también es un acierto, porque se han usado materiales de colores claros para dar más luminosidad, creando una sensación de amplitud. Las paredes están rotuladas con eslóganes y un divertidísimo dibujo de un cerdo con la máxima de muchas de las abuelas españolas: “del cerdo, hasta los andares”.
Una vez que ya te he puesto en situación, te cuento qué es lo que se puede yantar allí. Saben cocinar cada parte del cerdo sacándole el mejor partido posible. Cerdo asado, guisado o a la plancha; con carne deshilachada, en tiras o macizo. Ninguno de sus platos deja un regusto graso en boca, y suelen tener sides vegetales. Los chicos de La Porcinería se estrujaron bien el cerebro y el resultado es de lo más interesante.
Comencé mi comida con “alcachofas fritas con bacon y foie”, cuyo bacon se termina de cocinar en la mesa de manera que consiguen que se derrita como mantequilla. Ataca el plato rápido antes de que se enfríe, y ojo, que el plato de la foto es de media ración. Te recomiendo que empieces la comida con un buen vino con cuerpo, como el tinto de toro Matsu. Si no sabes elegir, déjate guiar por el camarero, que conmigo acertó de pleno.
El “bombón de cerdo al estilo Thai con kimuchi y wakame” es una receta única de La Porcinería. Primero se hace el guiso de la carne de la parte de atrás de la cabeza del cerdo. Después, se termina de cocinar dentro del bollito conservando todos sus jugos y su punto picante. Le muerdes y se produce la explosión de sabores.
Después llegó mi plato de lagarto. Sí, ya sé que en La Porcinería sólo se come cerdo. Es una parte del cochino que se encuentra entre la cabeza y las patas delanteras, poco usado en restauración. El “lagarto ibérico marinado con yuca frita” se presenta en trocitos bien marcados al exterior, pero jugosos por dentro. ¡Yo nunca lo había probado!
No, el postre no lleva cerdo, pero se le parece. Fue un “salami de chocolate con helado de café”, el postre bandera de La Porcinería. Aquí no hay cerdo, pero sí un trampantojo que quiere imitar el salami o fuet. Formado por trocitos de galleta, unidos por chocolate y con el toque fresco del helado.
La Porcinería es un pequeño gran sitio en el barrio de Salamanca de Madrid, para comidas informales, alegres y bien de precio. Para esos días que no vas a El Velázquez 17 o Ten con Ten; y quieres comer un buen producto con preparaciones originales. Además también tienen platos vegetarianos, ¡todos contentos!
La Porcinería
Teléfono: +34 910.33.38.74
Horario: lunes a jueves de 12:00 a 16:00 h y de 20:00 a 0:00 h, viernes y sábado de 12:00 a 16:00 y de 20:00 a 2:30 h, domingo de 12:00 a 16:00 h.
Dirección: Lagasca, 103, Madrid.
La Porcinería en nuestro mapa
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