*ACTUALIZACIÓN*: este establecimiento ha cerrado.
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El barrio de Salamanca está en plena efervescencia y el restaurante Rómola es uno de los culpables. Un espacio espectacular que se ha convertido en el nuevo destino de la jet set, pero en el que además se come estupendamente. ¡Lo he comprobado!
El local es muy bonito, y se nota que detrás ha estado la mano de un arquitecto de gran talento como Andrés Jaque. El diseño de Rómola es un soplo de aire fresco y originalidad respecto del resto de decoraciones random. Por ejemplo, un detalle que me chifla es que ha cogido un material señorial como el mármol y lo ha dispuesto de un modo totalmente inesperado.
Como ya habrás visto por las fotos, el interior es precioso, original y con gran personalidad. Por eso suele haber gente guapa e influencers haciéndose fotos, pero te digo una cosa: el resto de los comensales que yo vi eran experimentados foodies del barrio de Salamanca. Y a su estómago no se le engaña con una decoración espectacular.
Porque la decoración y el personal que trabaja en el restaurante son de 10, pero si la comida no está a gran nivel, el proyecto no funciona. Por eso me propuse ir a Rómola cuanto antes para conocer su famosa carta diseñada por nutricionistas. Y la sorpresa que me llevé fue mayúscula.
Hay opciones de lo más variadas, desde los “callos Rómola” a “ostras al Bloody Mery”, con las calorías aproximadas de cada plato. La carta es corta y suficiente para que todos los gustos estén representados: verduras de huerto, legumbres, mariscos, pescados y carnes.
Dispuesto a saber si la comida estaba a la altura de las expectativas, me acerqué a comer un día entre semana. Me dejé asesorar a la hora de pedir, siendo cada plato una sorpresa. Lo primero que probé fueron las “navajas glaseadas con kimchi”, que mantienen su sabor con un ligero toque de picante. La presentación es preciosa, y la carne de las navajas muy suave.
Después de este plato de cocina fusión, llegó el “jarrete de ibérico glaseado”. Y con él me quedó claro que también dominan la cocina tradicional. El jarrete mantenía todo el calor en su interior y el glaseado del exterior se deshacía. Aquí no hay trampa ni cartón: productos de primera calidad con casi nulo acompañamiento, y Rómola sale triunfante.
Lo de la foto es turrón a la manera de Rómola, cuyo nombre completo es “turrón adaptado de almendras y naranja”. Tiene una cuidada presentación como todos los platos de Rómola y el granizado le viene como anillo al dedo para refrescar al turrón en boca.
Rómola es un buen restaurante en el barrio de Salamanca a la altura de las expectativas. Allí abren muchos locales y a sus vecinos no se les engaña con monerías. O se come bien o los negocios cierran, como he visto ya en varios casos. Y te aseguro que Rómola no va a ser ningún bluf: va a triunfar a todos los niveles. Lo peor de todo será su cola de espera para conseguir mesa… El barrio de Salamanca está viviendo un resurgir foodie y yo te voy a contar todo, todo, todo.
Rómola
Teléfono: +34 911.34.49.43
Horario: martes a sábado de 13:30 a 17:30 h y de 20:30 a 0:00 h, domingo de 13:00 a 17:30 h.
Dirección: Hermosilla, 4, Madrid.
Rómola en nuestro mapa
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