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Para sentirte un auténtico “gato” madrileño lo mejor es conocer qué es lo “castizo” en sus bares de toda la vida. Pero no creas que sólo hay sitios rancios anclados en el pasado o llenos de turistas. Te voy a contar las nuevas tabernas castizas de Madrid para que te tomes un vermú como tiene que ser, te comas uno de los mejores cocidos de la ciudad o te den las 8 de la tarde cuando tú lo que querías sólo era tomar el aperitivo. ¡Todo tuyo!
En Retiro hay muchos sitios elegantes, pero pocos que aúnen estilo y ese aire a tasca madrileña que consigue que las tapas sepan mejor. En la barra puedes pedir torreznos, patatas bravas, callos o morro; pero también “dim sum de txangurro” o “rabo de vaca con curry”. Es una de las nuevas tabernas castizas de Madrid con una carta de vinos casi tan extensa como la de platos. Después agradecerás que esté el Parque del Retiro cerca para bajar la comida….
Aquí no hay ni trampa ni cartón: sólo se sirve cocido, con todas sus fases. Croqueta de cocido, sopa, garbanzos pedrosillanos y las carnes. Y de postre, leche frita y macedonia. No, no es un menú ligero, pero es mucho más fácil de digerir ya que reducen la grasa de los platos a la mínima expresión. Así podrás probar la cocina madrileña más típica sin tener que echarte una siesta de dos horas después… Una de las nuevas tabernas castizas de Madrid más sorprendente.
Si crees que no existe un buen lugar por Gran Vía para tomar el vermú, es que no conoces este local con grandes ventanales. Sobre sus manteles de hule y vajilla Duralex puedes tomar una taza de caldo de cocido, pero su top es el “orinal de pollo empanado con kikos”. Aunque muchos empiezan a tomar el vermú y les terminan dando las 6 de la tarde. No sé si es una “neo-taberna”, un “gastro-bar” o un bar de toda la vida revisitado; lo que es seguro es que es una de las nuevas tabernas castizas de Madrid donde te chuparás los dedos.
Si para ti un bar castizo es uno de esos que tiene muchas conservas, éste te va a encantar. Más de 20 tipos diferentes de latas y comida en conserva, pero también tienen una “cazuelita del día” para que entres en calor: guisantes con jamón y huevo, legumbres con chorizo o garbanzos con chorizo. Es la hermana pequeña de La Revoltosa, pero aquí hay más de 30 ginebras para remojar las tardes en la Plaza del Rey. Y por supuesto tienen sifón, el complemento imprescindible para su fórmula del vermut perfecto.
Malasaña no es sólo el barrio con más sitios por metro cuadrado para comer baos, también es donde está una de las nuevas tabernas castizas de Madrid que mejor reinterpreta la tradición. ¿Quieres ejemplos? Pide sus “cositas de cocido con foie” o el “pollo de campo escabechado” con caldo de cocido y me darás la razón. Además, el vermú de grifo y una buena Mahou fresquita dan la bienvenida a todo aquel que quiera sentirse como un “gato” más.
Los antiguos socios del Nasti, que fue uno de los locales indie más míticos de Madrid, han vuelto a la carga reabriendo el antiguo local de la familia Recio. Es un sitio muy de barrio, con buena cocina para comer con los amigos, y por supuesto para tomar el vermú. La carta es sencilla y basada en el filete, desde el filete ruso hasta el bocata gourmet, incluso en su versión vegetariana. Aquí de postureo hay poco, lo que sí que hay es follón y risas los fines de semana. Vamos, que esta es una de las nuevas tabernas castizas de Madrid que mejor mantiene la tradición para las nuevas generaciones ;-).
Dentro del recién rehabilitado Hotel Regina, este restaurante moderno pero castizo mantine los sabores sencillos de toda la vida. Bocadillos de calamares con alioli o callos a la madrileña son sus platos más castizos, pero no se quedan sólo ahí. Como ya sabrás, en Madrid coexiste lo español y lo internacional, y sus “mejillones a la francesa” son una buena muestra de ello. Y la coctelería de Carlos Moreno, que le gusta a todo el mundo.
Después de varios años siendo una taberna celta, los chicos de Triciclo han devuelto su carácter original a este local de la calle Santa María. Una de las nuevas tabernas castizas de Madrid, con comida de calidad que se puede pedir en formato de medias raciones. Tienen gildas y berenjenas de Almagro, chicharrones y ostras, aunque su especialidad son los mejillones tigre. No son baratos, pero los fines de semana llenan la barra de mariscos para hacer un tapeo memorable.
Si visitas alguno de estas nuevas tabernas castizas de Madrid, te darás cuenta de por qué lo más típico de Madrid no pasa de moda. De hecho, muchos chefs famosos incluso con estrella Michelin como Coque saben extraer lo más interesante de la tradición y volverlo vanguardia. Por eso, ya sea visitando restaurantes centenarios de Madrid o los mejores sitios para tomar el vermut, te sentirás como un “gato” más.
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