Limbo es un espacio enorme con decoración de diseño que mola; de esos que son place to be en Madrid. Aunque te aviso, muchos se olvidarán de hacerse el selfie de rigor en cuanto llegue el “pollo asado al carbón” a la mesa. O su “costilla de cerdo ahumada”. O su “porchetta”. O… Si tú también vas, te relamerás los dedos tanto como yo y será tu nuevo asador favorito en Malasaña.
¿Te acuerdas de cuando te hablé de Perrachica, que luego lo petó muy fuertemente en 2016? Pues Limbo va a hacer lo propio durante lo que queda de 2018 y todo el 2019. Es un asador fantástico con un gran horno de carbón, con cuatro platazos principales: pollo asado, hamburguesa, bocadillo de brisket y costilla de cerdo. Es una cervecería con una mesa alta de madera donde juntarse todos los amigos y celebrar una buena parranda.
Está en el bajo de Bastardo Hostel, un hostal muy molón en que también hacen teatro, presentaciones de discos, danza… Vamos, como un centro cultural berlinés, pero con habitaciones de varios tamaños en la planta de arriba y una azotea muy top. Pero no me quiero ir por las ramas. Es uno de los hostales más cool de Madrid y se merecería un artículo para sólo para él.
Lo que me mola de Limbo es que apuesta todo a una carta (foodie) y gana por todo lo alto. Casi toda la comida está asada al horno, pero no es un horno cualquiera. Es un enorme cilindro de hierro donde sucede la magia, porque cocinar ahí da un toque ahumado a la comida que me encanta.
Pero empecemos por el principio. El local es espectacular, lleno de colorido y de luz. Todo el perímetro son grandes ventanales que dan a Malasaña, pero es que les pasan cosas. Como por ejemplo las intervenciones de los alumnos de la Facultad de Bellas Artes. Pero como la decoración no se come, yo le hinqué el diente a su carta a ver qué tal.
Yo iba muy lanzado a comer sólo carne, pero mi acompañante insistió en que teníamos que pedir también algo de “verde”. No hay problema, su “ensalada de lechuga china con hummus de aguacate” me encantó por su sabor y la salsa estaba deliciosa. Acompañando, un “salmorejo de tomates a la brasa” que tenía ese toque especial ahumado que ya es marca Limbo.
Acto seguido, después llegaron los platos principales. El primero en hacer su aparición fue el “pollo asado al carbón”, al que le acompañan 3 salsas muy top. Te digo: las salsas las probé al final. El pollo estaba recién sacado del horno, con una piel crujiente y un sabor estupendo. Yo no sé cómo lo hacen en Limbo, pero estaba todo jugoso por dentro, desde las pechugas a los muslos. A mí nunca me sale…
Con el pedazo de horno que tienen en Limbo, pedir su “costilla de cerdo ahumada con sala BBQ Jack Daniels” es casi obligatorio. Aviso: la salsa tiene un toque dulce que puede no gustar a algunos. Pero a los que nos gusta, nos pirra. La carne se separa con suma facilidad del hueso y es una delicia.
Y por si todo esto hubiera sido poco, probamos uno de los especiales del día: la “Porchetta”. Carne de cerdo con su parte de tocino y piel, enrollada y al horno. La versión italiana de los torreznos en Madrid que me fustigo por no haber descubierto antes. Incluso para mí era un plato con bastante grasa, pero estaba tan bueno…. Pídelo para compartir con una ensalada y listo 🙂
De postre, algo más fresquito y ligero: “lemon pie con galleta y merengue”, que junto con un buen café, fue el remate perfecto. La próxima vez me pienso pedir uno de sus smoothies de frutas, que les vi pasar y tenían muy buena pinta.
En resumen, Limbo es un espacio muy cool y muy modernete, pero no han descuidado la comida. Sus platos son sencillos con el puntazo de hacerles en ese pedazo de horno, que da un sabor único. Es muy buen sitio para comidas de amigos donde se comparten platos y después salir de fiesta o pimplarse unas cervezas. ¡Repetiré seguro!
Limbo
Horario: domingo a jueves de 8:00 a 1:00 h, viernes y sábado de 8:00 a 2:00 h.
Dirección: San Mateo, 3, Madrid.
Limbo en nuestro mapa
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